Para hacer una fotografía, sólo necesitamos dos cosas. Luz y una cámara fotográfica. Y aunque a algunos les suene a chiste, una cámara fotográfica es básicamente una caja negra con un agujero. Este agujero es el encargado de dejar pasar la luz hacia el interior de la caja para que impresione la película fotográfica o el sensor digital (ambos fotosensibles) donde se formará la imagen.
Hoy en día podemos encontrar multitud de marcas y modelos de cámaras donde elegir, pero las más usuales las podríamos clasificar en alguna de estas cuatro categorías:
COMPACTAS
De pequeño volumen y poco peso, son ideales para llevarlas siempre encima, además su facilidad de uso las hace muy apropiadas para todos aquellos que no quieran complicarse la vida en cuestiones técnicas, aunque también las hay (y cada vez más) con controles manuales y muchas opciones de configuración, para los que quieran tener más poder de decisión sobre las tomas.
Con un amplio rango de calidades y precios, todas tienen una cosa en común: su óptica no es desmontable, pero eso no debe ser un problema puesto que podemos encontrar algunas con zooms que abarcan casi todo lo que podamos fotografiar.
BRIDGE
En sí, las cámaras bridge no son otra cosa que compactas avanzadas, pero de mayor tamaño y prestaciones. Aunque también cuentan con modos automáticos, todas incorporan funciones manuales y disponen de un visor en el cuerpo de la cámara, si bien en su mayoría no es directo sinó electrónico.
Su óptica tampoco es desmontable, pero son una opción para aquellos que buscan "algo más" sin pasar a las de óptica intercambiable.
EVIL
También son conocidas por otros nombres, he escogido este por Electronic Viewfinder with Interchangeable Lens. Son cámaras donde se ha querido combinar el pequeño tamaño de las compactas con las ópticas intercambiables y las funciones manuales de una réflex.
Gracias a esta posibilidad, tendrían que ser más versátiles que una compacta, pero adolecen de muchas de sus características, entre ellas un sensor pequeño y la falta de visor integrado.
DLSR
Estas siglas vienen de su definición en inglés, Digital Single Lens Reflex. Son cámaras de mayor volumen y peso, su principal característica es la presencia en su interior de un pentaprisma o espejo, que hace que podamos disponer de un visor directo en el cuerpo. Su tamaño también posibilita que incorporen un sensor más grande, lo cual se debería traducir en una mayor calidad de imagen, no obstante esto dependerá también de otros factores como p.ej. de la óptica que le montemos.
Aunque en otro post dije (y lo mantengo) que en la ecuación fotógrafo-óptica-cámara esta última es el factor menos importante, las DLSR son las que ofrecen más posibilidad de control y personalización sobre la toma, aparte que las personas con grandes manos (si, es mi caso) se sentirán más cómodas sosteniendo algo más robusto entre ellas.
Pero sea cual sea el tipo de cámara que tengamos todas tienen unos elementos comunes y, si nos es posible modificarlos, nos servirán para controlar los parámetros técnicos importantes de la fotografía. Estos elementos básicos son:
- El Obturador. Es el mecanismo que regula el tiempo que la luz entrará dentro de nuestra caja negra, es decir, la cámara. Con él, y con su escala de velocidades, decidiremos durante cuánto tiempo la luz incidirá sobre el elemento fotosensible.
- El Diafragma. Este mecanismo controla el tamaño de la apertura del sistema óptico. Hablando claro, mediante el diafragma (y sus números f) decidimos la mayor o menor apertura del agujero por donde entrará la luz.
- El Elemento Fotosensible. Ya sea la antigua película fotográfica o los actuales sensores digitales, se trata de un elemento que reacciona a la luz reproduciendo las distintas longitudes de onda de ésta (es decir, los diferentes colores). La sensibilidad de este elemento fotosensible la mediremos con el número ISO.
- Objetivo. Es el conjunto de lentes (convergentes y divergentes) que forman parte de la óptica de la cámara. Normalmente es aquí donde encontramos el diafragma.
- Fotómetro. Dispositivo que mide el nivel de exposición a la luz que resultará de la combinación de apertura y velocidad que escojamos. Este elemento controla si la foto está técnicamente bien expuesta, sub-expuesta (oscura) o sobre-expuesta (quemada).
- Visor. Es el sistema óptico o electrónico que nos permite encuadrar el campo visual que vamos a incluir en la fotografía. Como ya hemos visto antes, actualmente la mayoría de compactas y EVIL no disponen de un visor propiamente dicho, pero podemos componer la imagen a través de la pantalla LCD posterior.
Aunque hay otros mecanismos y sistemas, podríamos decir que éstos son los esenciales. En una próxima entrega de Fotografía Fácil os hablaré de los diversos tipos de objetivos y sus particularidades. No es lo mismo disparar con un gran angular que con un teleobjetivo...
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