Y es que es al amanecer cuando el sol tiñe el motivo con una calidez y una suavidad que luego, con su ascenso por el cielo, se convierte en una luz mucho más fría y dura. Así pues, tocaba madrugar. Tengo una aplicación en mi smartphone que me indica los horarios solares y constaté (con cierto pavor) que en la primavera austral el sol salía sobre las 5.30 de la mañana. No había otra... si quería esa foto, tenía que levantarme a las 5!!.
Amanecer sobre el Fitz Roy y el Cerro Torre. El Chaltén (Argentina) Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM f10 - 1/4" - ISO 100 |
Tenía previsto quedarme en El Chaltén cuatro días. A parte de hacer esa foto, el plan era caminar por el Parque Nacional y acercarme a la base de ambas montañas para hacer fotos más de cerca, con lo que tendría cuatro amaneceres, esto es cuatro oportunidades...
Al prímer día... casi lo consigo! Me levanté a las cinco y me dirigí hacia las afueras del pueblo en busca de una localización adecuada. Contaba con poder darme una vuelta por los alrededores la tarde anterior, ya que tenía previsto llegar al Chaltén sobre media tarde, pero una serie de retrasos y averías hicieron que no estuviera allí hasta pasadas las 11 de la noche. Así que tuve que improvisar y opté por ir al Mirador de los Cóndores, una colina desde donde creía que tendría buena visión sobre el conjunto. Una vez allí tuve la certeza de que ese no iba a ser mi día. Aunque las montañas se veían, todo el cielo a mi espalda estaba cubierto por las nubes bajas, con lo que cuando salió el sol ni lo vi. Y obviamente nada cogió esa tonalidad cálida que yo esperaba. Amaneció frío y gris. Una luz muy suave, sí, pero insulsa y que no era la que yo quería. Aunque hice algunas fotos, ninguna me valía. Bueno... quedaban tres días.
El primer día mi madrugón no tuvo recompensa... Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM f20 - 1/13" - ISO 200 |
El segundo día, ni se veían las montañas Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM f8 - 1/400" - ISO 400 |
Monté el cable disparador y enfoqué a las montañas, luego pasé a enfoque manual para evitar que en algún disparo la toma se me fuera de foco.
Al 3er día si que si. Así se veía justo antes del alba. Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM f2,8 - 1/50" - ISO 800 |
Al disparar en el modo "prioridad a la apertura" (dial en la posición A en las cámaras Nikon, Av en las Canon) , yo escojo la apertura del diafragma y la cámara se encarga (partiendo de ese parámetro y teniendo en cuenta la luz y la sensibilidad del sensor) de adecuar la velocidad para que la toma tenga una exposición correcta. Me gustan bastante esos modos de disparo con prioridad y como la intensidad de la luz iría aumentando, contaba que la cámara me fuera corrigiendo la velocidad para dar en todo momento con la exposición adecuada. Y si no fuera así, siempre podría corregirla con el compensador de exposición. Total, que para esa toma resultó una velocidad de disparo de un cuarto de segundo, 1/4.
Cuando los primeros rayos de luz empezaron a acariciar la cima de las montañas empecé a disparar. Conforme pasaban los minutos cada vez había más monte iluminado, así que iba tomando fotos y de vez en cuando revisando que todo estuviera ok. Eso me permitió, además de conseguir la foto, disfrutar del amanecer con mis propios ojos. Creedme si os digo que en esa zona, a esa hora y con ese viento, hacía un frío que pelaba! Pero nada hubiera hecho que me largara de ahí mientras la luz fuera tan especial.
Un último "truquito", el balance de blancos. Al disparar en modo RAW, tampoco tiene una importancia extrema cuál de ellos escojamos, ya que se puede modificar a posteriori, aún así lo puse en "nublado" para potenciar un poco la calidez de la toma. Luego, en la edición posterior, vi que era el adecuado. Ya en casa, y recordando ese precioso amanecer, corregí un poco los niveles, recorté la imagen para eliminar parte del cielo (que no aportaba nada) así como la parte inferior sub-expuesta y le apliqué una máscara de enfoque.
Y eso es todo. Perseverancia, técnica y por fin suerte con la climatología. Ahora esa foto la tengo ampliada a un metro y enmarcada en casa, y será la pieza central de mi próxima exposición "Argentina, un país de contrastes" de la que ya os informaré en su momento. Me encanta esta foto y cada vez que la miro me acuerdo del frío, del viento, de mi trípode bailando y las magníficas experiencias que tuve en ese maravilloso rincón del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantará recibir tus comentarios...