"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

15 mar 2014

Fotografia Fácil: Cómo sujetar la cámara

Pues si. Aunque parezca una obviedad (y de hecho, lo es) creo que hay que empezar por lo básico, y mejor que empezar por el nº 1 es empezar por el cero... así que... ¿nos hemos parado un momento a pensar si agarramos bien la cámara cuando hacemos una fotografía?

Las fotografías salen movidas o trepidadas cuando se produce un movimiento mientras el obturador  está abierto. Para mí hay una diferencia clara entre ambas, mientras que en las fotos movidas el movimiento está en el sujeto u objeto que fotografiamos, en las trepidadas el movimiento lo causa la cámara misma, que no se está quieta mientras tomamos la fotografía. Si cogemos el hábito de sujetar correctamente la cámara, el número de fotos trepidadas bajará considerablemente. ¿Cómo lo hacemos? Acostumbrándonos a seguir estos consejos:

- Primero de todo, asir la cámara con las dos manos. Aunque la cámara sea pequeña, si la agarramos con ambas manos minimizaremos el movimiento provocado por el gesto de apretar el disparador.

- Intentad mantener los codos enganchados al cuerpo. Cuando más extendidos estén los brazos, más movimiento habrá. Si cerramos o apoyamos los codos contra el cuerpo evitaremos balanceos innecesarios.


- Coger la cámara con la mano izquierda, controlarla con la derecha. Es conveniente sostener las cámaras réflex con la mano izquierda, dejando que la parte inferior de la cámara se apoye en la palma de la mano extendida hacia arriba y con los dedos libres para mover el anillo de zoom del objetivo. La mano derecha abraza el lateral derecho de la cámara de manera que el dedo índice caiga de manera natural sobre el disparador y el pulgar quede en la parte posterior del cuerpo, cerca de los controles principales.


- Cuando giremos la cámara 90º para tomar fotos verticales, la mano izquierda quedará siempre abajo mientras que la derecha seguirá dominando los controles y diales desde arriba. Si lo hacemos así, la izquierda sigue sujetando el peso mientras que la derecha trabaja sin presión.

- Pies separados. La idea es conseguir la máxima estabilidad posible  para evitar balanceos. Si tenemos que disparar desde un ángulo bajo, es mejor arrodillarnos (p.ej. poner una rodilla en el suelo) que flexionar las rodillas.

- Si nos hacen falta, buscaremos apoyos adicionales. Por ejemplo, apoyar la espalda en una pared, columna o cualquier estructura estable.

- Contener la respiración al disparar. Cuando la velocidad de obturación es baja, incluso los ligeros movimientos que se producen al respirar pueden provocar trepidación. Conteniendo la respiración en el momento de disparar, evitaremos este problema.

Si hace falta, nos arrodillamos para tener una mejor estabilidad.


Al contrario que muchas otras cosas que pueden corregirse a posteriori, una foto trepidada no tendrá solución, así que vale la pena fijarse un poco. No sabemos si volveremos a ese sitio o cuándo tendremos esa luz tan especial otra vez. Si paramos un poco de atención a nuestra posición y nos lo tomamos por costumbre, llegará un día en que hacerlo bien será lo natural, y ya no sabremos tomar fotos de otra manera.





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