"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

18 mar 2014

Así la hice: La Luna Sobre Praga

La fotografía que hoy comento creo que es fruto de tres factores. Técnica, rapidez de reacción y sin duda una pizca de suerte. Habíamos pasado el día visitando -y fotografiando- el castillo de Praga y a la vuelta, cruzando por el archiconocido Puente de Carlos, reparé en la posición baja de la luna en el cielo. Pensé, "joer, sería genial poder pillarla junto con una de las torres". Tenía claro cómo hacerlo, pero tenía que hacerlo rápido.

Primero de todo, monté el tele en la cámara. Para que la luna se viera como algo más que un puntito en el cielo iba a necesitar de toda la focal de mi 70-200 mm. Los teleobjetivos tienen varias características y en este caso dos de ellas me iban a favor: El acercamiento de la imagen (lo obvio de un tele, vamos, que la luna se iba a ver más grande) y la compresión entre planos, es decir, que la luna parecería que estuviera cerquita de la torre... Pero también sabía que había factores que podían jugarme una mala pasada y estos eran la profundidad de campo de este tipo de ópticas y la estabilidad al disparar, pero bueno, lo primero era encontrar una posición que me permitiera hacer una composición que me gustara.

La luna sobre la Torre de la Ciudad Vieja, en el Puente de Carlos. Praga (Rep. Checa)
Nikon D300S - Sigma 70-200 f2,8
f10 - 1/200" - ISO 250
Así que tocó correr. La luna parece que no se mueve... pero creedme, sube bastante rápido y sabía que era cuestión de minutos. Aparte, tenía que alejarme lo suficiente de la torre para que me entrara entera en el encuadre, ya que con el 200mm y desde la mitad del puente, me la comía... Así que volví sobre mis pasos corriendo hasta llegar a la otra orilla del Moldava y busqué un lugar desde donde la torre y la luna me entraran bien en cuadro. 

En ese momento no llevaba el trípode, así que tenía claro que la velocidad del disparo iba a ser un factor crítico, y que si quería que la foto no me saliera trepidada no podría tirar a pulso por debajo de 1/250" o como mucho de 1/200" (Si, lo habéis adivinado...mi tele no tiene estabilizador...no me gusta, pero de eso ya hablaremos otro día). Pero a la vez, necesitaba una apertura de diafragma un poco cerrada para que hubiera un foco aceptable en ambos objetos... Así que seleccioné una f10 y fijé la velocidad en 1/200". Por suerte, en las cámaras digitales podemos tirar de ISO, así que después de un primer disparo de prueba, subí la sensibilidad a 250, esperando que no me diese mucho grano (ah, si, que ahora se llama ruido). 

Y poco más. La medición de luz la tomé en modo "puntual" en el cielo (por nada del mundo quería perder el color violeta de esa hora azul y sobre-exponer la luna) y el balance de blancos lo tenía en automático. Luego, ya en casa, y sentada tranquilamente delante del ordenador, corregí un poco los niveles para recuperar un poco de claridad en la torre y le di una máscara de enfoque.

Ah, en el momento de disparar, me entró un pájaro por la derecha del encuadre. Lo podía haber quitado de ahí, pero al final lo dejé. Pensé... pobrecito, si quiere salir en la foto ¿quién soy yo para impedírselo? Aparte, que no me gusta borrar cosas. Y así quedó. 





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