"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

11 ago 2014

Así la hice: Carrick-a-Rede Rope Bridge

Si hace unas semanas os contaba los pormenores de la foto que tengo como fondo en el blog, hoy os voy a explicar cómo hice la que ilustra mi logotipo. Curiosamente, también la tomé durante el mismo viaje, pero en otro país, puesto que el puente en cuestión está en Irlanda del Norte (Reino Unido).

Este puente tibetano se llama Carrick-a-Rede rope bridge y se encuentra situado en la preciosa costa de Antrim, cerca de Ballycastle. Pensado inicialmente para que los pescadores de la zona pudieran acceder al islote de Carrick, hoy en día es una de las mayores atracciones turísticas de Irlanda del Norte. Aunque la isla no presenta ningún atractivo especial, en los días de más afluencia se forman colas para poder atravesar este oscilante puente suspendido a 25 metros sobre el Atlántico.

Carrick-a-Rede rope bridge. Costa de Antrim, Irlanda del Norte (Reino Unido)
Nikon D300s - Sigma 70-300  f4-5,6 DL Macro
f6,3 - 1/400" - ISO 400

Durante nuestro recorrido por la isla esmeralda pasamos unos días por la zona y nos acercamos a ver el puente. Mi hermano (que aparece en la fotografia) quiso cruzarlo, así que yo busqué un buen lugar para hacerle una foto mientras pasaba. Primero pensé en un plano más abierto, para que se viera la altura real del puente, y de hecho cuando cruzó de ida hacia la isla tomé las fotos así, pero no me gustaba la composición. Sobraban cosas, había demasiada gente y mi hermano quedaba como un puntito en el encuadre. Realmente había que hacer un verdadero acto de fe para saber que era él.

Así que cambié de idea y monté el teleobjetivo, para simplificar la toma y aislar el puente del resto del paisaje. Para configurar la cámara tuve en cuenta diversos factores. Primero de todo, estaba nublado, con lo que ajusté el balance de blancos a esa posición (aunque al disparar en RAW sabía que podía cambiarlo luego). Luego, como estaba usando toda la distancia focal de que disponía (300mm -convertidos en 450mm debido al factor de multiplicación del sensor DX-) necesitaba una velocidad de obturación bastante rápida para evitar la trepidación, así que ajusté ese parámetro a 1/400". Asimismo, escogí un valor de diafragma moderadamente abierto (f6,3), cerca del máximo que me permitía mi modesta óptica, así que lo que hice para que la toma quedara bien expuesta fue subir un poco la sensibilidad, hasta unos bastante decentes 400 ISO. A partir de ahí el ruido sería ya demasiado para mi gusto.

Y me senté a esperar a que pasara de vuelta. Como el islote no es muy grande, en unos minutos estaba ya a punto para volver, así que encuadré, enfoqué y disparé una ráfaga de tres o cuatro fotos mientras pasaba. Tuve cuidado de dejar "aire" a la composición, esto es, más espacio por delante que por detrás, para que la imagen funcionara y el sujeto (en este caso mi querido brother) tuviera sitio para avanzar.

Una vez en casa, editando las fotos del viaje, se me ocurrió "recortarla" y dejarla con una proporción 2:1. Así eliminaba más elementos y enfatizaba las líneas del puente. Como resultado, obtuve una imagen muy simple pero por eso mismo más impactante. De esas que se entienden en seguida. El fondo, bastante uniforme y ligeramente desenfocado (aunque se aprecia perfectamente lo que es), también ayuda a dar esa sensación, haciendo resaltar el primer plano.



Tanto me gustó que decidí convertirla en mi logitipo para este blog. Y es que creo que esta imagen dice mucho, de viajar, de estar al aire libre, de descubrir cosas y de avanzar hacia nuevos destinos.

O al menos, a mi me lo parece!

9 ago 2014

Viajes: West Coast USA. Un viaje de película (IV)

Con cierta tristeza abandonamos San Francisco en dirección sur y, atravesando la península del mismo nombre, pasamos sin detenernos por el famoso Silicon Valley con ciudades como Santa Clara, Palo Alto, San José, Stanford o Cupertino. Multitud de empresas de nuevas tecnologías tienen su sede en esta región... no sé, a lo mejor habréis oído hablar de algunas de ellas... Google, Yahoo!, Apple, Intel, HP, E-bay, Adobe, Paypal... ¿os suenan? Para los que (como mi padre) se preguntan dónde se almacena toda la información que pulula por la red, pues seguro que buena parte está por aquí cerca. Incluso creo que estas líneas estarán allí tan pronto le dé al "guardar"...que cosas!

Nada, que juntamente con nuestra partida de San Francisco empezaba la última parte del viaje: La costa del Pacífico, y queríamos recorrerla huyendo (en la medida de lo posible) de las grandes autopistas. Por eso elegimos la carretera panorámica que bordea toda la costa, la Route 1. La primera parada fue Monterey, pero he de decir que antes de llegar me costó horrores no desviarme hacia el circuito de Laguna Seca para probar como bajaba nuestro Chevrolet por el famosísimo "sacacorchos". No sé siquiera si hubiéramos podido entrar... pero de verdad que me hubiera encantado!

Atardecer sobre Monterey, California (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f2,8 - 1/250" - ISO 80
En fin... llegamos a Monterey a última hora de la tarde y tuvimos el tiempo justo para ir a dar una vuelta por la zona de Cannery Row -que acogía en su día las empresas conserveras y envasadoras de pescado de la región- el puerto y la línea costera donde disfrutamos de una espectacular puesta de sol.

Otra imagen de la costa de Monterey teñida con los colores del ocaso. Monterey, California (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f2 - 1/50" - ISO 80

Antigua capital de California y con una abundante industria pesquera, Monterey pronto se vió eclipsada por su vecina San Francisco. Gracias a eso, hoy en día es uno de los santuarios de fauna marina más importantes de toda la costa oeste.

Leones Marinos sesteando encima de un bote. Puerto de Monterey, California (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f2,8 - 1/125" - ISO 400
Hicimos noche en un motel muy básico, pero limpio al fin y al cabo, y a la mañana siguiente empezamos una larga jornada de conducción que nos llevaría en primer lugar a recorrer la 17 Mile Drive hacia Peebble Beach, una carretera panorámica que transcurre por algunos de los lugares más exclusivos de la costa californiana, bordeando elegantes mansiones y elitistas campos de golf y -como los más avispados ya habrán adivinado- tiene 17 millas. Hay que pagar peaje para circular por ahí, la verdad... nunca me habían cobrado por circular por una carretera estrecha y de curvas -por autopista si- pero en fin...supongo que los vecinos se cansarían de ver su zona residencial atestada de turistas y decidieron sacar provecho...

Pasamos por lugares muy pintorescos, como Lone Cypress, Sunset Point o Pescadero y antes de abandonar esta exclusiva ruta aún vimos el lujoso complejo-resort-campo de golf de Pebble Beach, donde cada año tiene lugar uno de los más prestigiosos concursos de elegancia automovilística de todo el mundo y que reúne a los mejores coches clásicos del país.

Lone Cypress.  Pebble Beach, California (USA)
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC Macro
f8 - 1/125" - ISO 100
Nuestra siguiente parada fue el encantador pueblecito de Carmel-by-the-Sea. Puede que no sea muy conocido, pero Carmel es hoy en día uno de los lugares más deseados para vivir en California, y cuenta con unas leyes un poco curiosas, como la que prohíbe los zapatos de tacón alto (si vierais sus calles empedradas lo entenderíais) y es excepcionalmente "dog friendly". Zapatos planos y perros? Es el paraíso!

Debido a esta relajada atmósfera, Carmel siempre ha sido punto de encuentro de intelectuales y artistas, sobretodo después del gran terremoto de San Francisco de 1906. Aquí vivieron Robert Louis Stevenson, Mary Austin, Jack London, Ansel Adams o Doris Day, y más recientemente Kim Novak, Brad Pitt, Jennifer Aniston y Clint Eastwood, que llegó a ser alcalde de la población.

Antigua misión española de San Carlos Borromeo. Carmel-by-the-Sea, California. (USA)
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC Macro
f8 - 1/400" - ISO 100

Seguimos ruta hacia el sur recorriendo espectaculares tramos de la costa del pacífico por la antigua Route 1. Nuestro próximo destino es la zona de Big Sur, pero nos es imposible hacer el tramo del tirón. A cada poco nos vemos obligadas a detenernos en los miradores a pie de carretera y contemplar el salvaje litoral central de California, lleno de acantilados y playas vírgenes.

Costa del Pacífico, entre Carmel y Big Sur. California (USA)
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC Macro
f13 - 1/80" - ISO 100

Una de esas cortas paradas la hacemos para admirar y fotografiar el histórico puente de Bixby Creek. Abierto al tráfico en 1932, este puente de hormigón armado y de un sólo arco pronto se convirtió en una de las estampas más típicas de la Route 1 y, como tal, aparece en la película "Escalofrío en la Noche" de Clint Eastwood.

Bixby Creek Bridge, California (USA)
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC Macro
f11 - 1/50" - ISO 100

Atravesamos la reserva nacional de Los Padres y nos dedicamos a buscar una playa de la que habíamos oído hablar, famosa por el surf y por la belleza de sus rocas. No sabría deciros el motivo, quizá es que se equivocaron en el mapa, quizá la quieran esconder de miradas ajenas o quizá es que ese sea el motivo de su gran atracción, pero el caso es que la entrada hacia esa playa está tan escondida que nos costó más de una hora dar con ella.

Las indicaciones brillaban por su ausencia, en la oficina de turismo nos dieron un mapa con la entrada mal señalada y pasamos y repasamos (con verdadero ahínco) la zona en busca de la playa, probamos varios caminos y cuando ya estábamos a punto de desistir, una corazonada nos hizo dar con la pista buena. Al final llegamos a Pfeiffer Beach y aunque las fuertes ráfagas de viento hicieron muy molesta nuestra excursión, no le quitaron un ápice de belleza a esta increíble playa. El secreto mejor guardado de Big Sur.

Pfeiffer Beach. Big Sur, California (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f5,6 - 1/800" - ISO 80
Esa tarde fue monótona. Después de una mañana de detenernos cada dos por tres a admirar y fotografiar increíbles paisajes costeros observamos que aún nos quedaba un tirón hasta L.A., y si no metíamos un poco de caña íbamos a llegar realmente "too late". Así que abandonamos la encantadora Route 1 y nos dedicamos a devorar millas por la interestatal 101. Así fue como al anochecer llegamos a Oxnard, una localidad a las afueras de Los Ángeles de la que sólo vimos su motel y pudimos observar (desde la distancia, y muy divertidas) los rituales de apareamiento de los comerciales de una empresa de instrumentos musicales que celebraban allí su convención anual para la Costa Oeste. Os lo juro... nos reímos de lo lindo aquella noche!

Entre Budweiser y Budweiser organizamos un poco los dos días que nos quedaban en la Golden Coast. Al día siguiente iríamos a "Universal Studios", un parque temático situado en los auténticos estudios cinematográficos de la Universal. ¿Qué mejor manera de terminar nuestro viaje de película que en unos estudios de cine? Y para el último día, nos reservamos visitar la costa de Los Ángeles. Malibú, Santa Mónica, Venice Beach... A priori nada mal...

El auténtico Delorean, la máquina del tiempo de la trilogía "Back to the Future"
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC Macro
f2,8 - 1/250" - ISO 100
Pasear por los Estudios Universal es ir viendo objetos, decorados y alusiones a algunas de las películas más famosas y taquilleras de todos los tiempos. Lo mejor es hacer el tour por los estudios con uno de los trenecitos que recorren el complejo, mientras te van explicando curiosidades de los rodajes. Por ejemplo, que el lugar donde "Moisés Charlton Heston" separó las aguas del Mar Rojo en su huida de Egipto es un párking cercano a los platós de grabación. O que todas las plantas y árboles de los jardines de Whisteria Lane (la calle de "Mujeres Desesperadas") son de plástico, así pueden filmar exteriores todo el año. Esto es la magia del cine!

Decorados de "Water World", uno de los grandes fiascos de mi querido Kevin Costner.
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC Macro
f6,3 - 1/250" - ISO 100

Durante el tour, de aproximadamente una hora de duración, el convoy pasa por escenarios míticos, como los decorados de Jurassic Park, la casa de Norman Bates en Psicosis, el coqueto pueblo de Hill Valley (Regreso al Futuro), y es sorprendido por un terremoto en una oscura estación de metro, sufre una riada en un ficticio pueblo mejicano y es atacado por un tiburón en Amity Island... En fin, un compendio de cartón piedra y efectos especiales. Para una mitómana como yo, el paseo es formidable!

Oscar a la mejor película de 1974: El Golpe
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC Macro
f2,8 - 1/40" - ISO 100

Nos lo pasamos de cine durante el tour, y luego seguimos disfrutando de las atracciones y decorados de los Estudios Universal. Es un parque pensado para toda la familia, con atracciones tematizadas de sus películas más conocidas y actores caracterizados de sus personajes.

Paseamos por un ficticio Springfield, nos asustamos con un clásico túnel del terror, tocamos los bólidos de "The Fast and the Furious", miramos a los ojos de la momia, tocamos la cápsula espacial de "Apolo XIII" e incluso vimos de cerca algunos objetos muy especiales que tienen guardados en un pequeño museo... el aeropatín de Marty McFly, el Oscar a la mejor película del 74 por "El Golpe", así como fotos y curiosidades de los rodajes.

Terminamos el día visitando los decorados de "Water World", donde tiene lugar un espectáculo de acción, explosiones y bofetadas a cargo de los "stunts" que reciben todos los golpes, se mojan, se queman y acaban escapando de las garras de los malvados "smokers".



Aún hechizadas por la magia del celuloide, de camino al hotel decidimos parar en la calle más "pija" y con más glamour de toda la Costa Oeste: Rodeo Drive. Y es que ya lo decía Julia Roberts en "Pretty Woman": Dónde compro la ropa? Ropa buena, paga él. Ve a Rodeo Drive Pequeña! le contestaba su amiga.

Un "discretito" Rolls Royce  Phantom aparcado en Rodeo Drive.
Panasonic Lumix DMC-LX3
f2,4 - 1/80" - ISO 80
Realmente, y a no ser que lleves contigo una Visa Platino o muuuuchos dólares en efectivo, no hay mucho que hacer en Rodeo Drive aparte de pasear y mirar los exclusivos escaparates. En algunas tiendas incluso hay que pedir cita para ir a comprar... Siguiendo con "Pretty Woman", ya lo decía Richard Gere... nunca son simpáticos con las personas, lo son con el dinero...  Sólo una cosa más. Durante el rato que estuvimos paseando, nuestro fiel Chevrolet Cobalt "cantó como una almeja" aparcado en medio de tanto Rolls-Royce, Bentley y Range Rover... pero bueno, incluso aquí, mirar es gratis!

Para el último día de nuestro periplo por la West Coast habíamos planeado recorrer el litoral cercano a Los Ángeles. Así pues, empezamos por irnos a Malibú. No os podéis imaginar lo que nos costó pisar la playa... y no lo digo por tener que pagar o algo, no, me refiero a que fue muy complicado encontrar un hueco entre tanta casa a pie de playa para poder bajar y tocar la arena y el agua del Pacífico! Es que aquí no tienen Ley de Costas?

Casas en la playa. Malibú, California (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f5,6 - 1/1000" - ISO 80

De ahí fuimos bajando por la costa y a media mañana llegamos a Santa Monica. Qué tiene de especial esta ciudad-condado? Pues poca cosa, si exceptuamos su muelle "vintage" con un pequeño parque de atracciones (la entrada al Pier aparece fugazmente en "Forrest Gump") y sus enormes y famosas playas con las típicas casetas de los salvavidas, las de los "Vigilantes de la Playa". Si, completamente de acuerdo, soy una friki. ¿Aún no os habíais dado cuenta?

Un coche del equipo de socorristas de las Playas de Santa Monica, California (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f5 - 1/800" - ISO 80

Última tarde en los Estados Unidos, y la "matamos" paseando por Venice Beach, una de las playas más famosas del mundo. Un paseo marítimo con palmeras, casas de diseño, la "muscle beach", skaters y patinadores en linea, vendedores ambulantes, espectáculos callejeros, tenderetes donde encontrar casi de todo (legal e ilegal)... en fin... para no aburrirse.

Un skater en Venice Beach, Los Angeles, California (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f7,1 - 1/500" - ISO 80

Mientras paseamos de vuelta al coche, distraídas (y un tanto apabulladas) por tanta oferta de ocio, voy pensando y recordando los magníficos lugares, ciudades y gentes que hemos conocido durante estas últimas dos semanas. Momentos únicos e inolvidables como la puesta de sol con los coyotes aullando en la lejanía del Gran Cañón, el magnífico ejemplar de águila de cabeza blanca que vimos a sólo dos metros en la Ruta 66, la inmensa soledad y los colores del Death Valley, la emoción de apostar en Las Vegas, la belleza de Yosemite, el frío que (como todos) pasamos en la maravillosa San Francisco...


Conduciendo por la Ruta 66. Arizona (USA)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f4 - 1/400" - ISO 125
Llegamos a la conclusión de que ha sido uno de los mejores viajes de nuestras vidas. Que por mucho que viajemos en el futuro siempre recordaremos esos momentos, esos lugares, las risas que nos echamos, las largas jornadas de conducción repasando las capitales de los 50 estados (algo había que hacer), las sensaciones que experimentamos formando parte de esos paisajes que mucho antes de ir ya conocíamos...

Mañana regresamos a casa, pero nos quedan muchas ganas de volver a pisar este increíble país y seguir conociendo sus maravillas... y eso que aún no nos hemos ido! Y creo que no lo haremos nunca.


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