Al segundo día de nuestra estancia, la mala suerte quiso que hiciera un mal gesto al cargarme la pesada mochila al hombro y algo hizo "crack" en mi espalda... Que esto sucediera en los "Invalides" (donde está la tumba de Napoleón) ya no me dio muy buena espina... pero como en caliente no me dolía demasiado, seguí cargando con la mochila como una jabata el resto de la mañana. Pero ay!, a la hora de comer casi no podía moverme, y ni mucho menos acarrear con todos los chismes así que tomé la única decisión posible. Fuera peso!
Dejé durante dos días la mochila a buen recaudo en el hotel y recorrí París con la compacta colgada del cinturón. Mi espalda me lo agradeció enormemente y, la verdad, las fotos que tomé no fueron nada malas.
La iglesia del Sacré-Coeur vista a través del reloj de la antigua estación y ahora museo de Orsay. Panasonic LUMIX DMC-LX3 f8 - 1/640" - ISO 200 |
De todas las que hice con mi pequeña (pero matona) Lumix, ésta es mi preferida, y está hecha desde el interior del Museo de Orsay (por cierto, magnífico desde todos los puntos de vista: arquitectónico, artístico etc...) concretamente desde la cafetería de la última planta. Una puede maravillarse ante algunos de los más famosos cuadros impresionistas y de repente ir a tomar un café y encontrarse con esto. Al verlo, decidí que merecía una foto.
A mí me gusta disparar con los modos A y S -esto es, escoger uno sólo de los parámetros de disparo, o la apertura o la velocidad de obturación- y para esta imagen seleccioné una abertura de diafragma de f8 (la más cerrada que me permite esta compacta) ya que buscaba la mayor profundidad de campo posible. Quería que tanto el reloj como la iglesia quedaran enfocados. Ajusté la ISO en 200 para "forzar" a la cámara a seleccionar una velocidad de disparo rápida. En esos momentos iba sin trípode y con la espalda convaleciente, así que fui a asegurar el tiro. Por si eso fuera poco, me apoyé en la pared de unas escaleras, creo recordar que eran las que daban acceso al baño.
Para terminar, configuré la cámara en modo de medición puntual, y medí la luz en los edificios blancos y en la iglesia del fondo, sabiendo que parte de la foto quedaría sub-expuesta, pero me gustaban las siluetas del soporte del reloj, los números y las agujas, además consideré que era una buena manera de enmarcar la imagen.
Es verdad que si de algo carece esa compacta es de un poco más de zoom... seamos objetivos, a veces un 24-60 mm. se queda un poco corto, y más ahora cuando las hay con monstruosidades de hasta 1200 mm. (pero ese es otro tema del que ya hablaré en su día). Así que tocaba apañarse con eso, y sinceramente, me gusta como queda la iglesia enmarcada por las dos barras inferiores...tampoco le hubiera dado mucho más zoom, no creáis... Eso sí, en la edición posterior la recorté para darle este formato cuadrado, ya que a los lados quedaba mucho negro que no aportaba nada.
Y poco más... hice varios disparos para asegurar la toma y seguí viendo el museo. Al cabo de dos días mi espalda mejoró lo suficiente para poder volver a cargar con el mochilón, pero cada vez que miro esta fotografía me acuerdo del dolor que pasé, de la escena cómica que monté en una farmacia de Cambronne intentando explicar al farmacéutico que me había enganchado la espalda y que quería una pomada (mi francés era bastante pésimo, y de hecho lo sigue siendo), pero también de lo bien que me las apañé con mi pequeña compacta por Paris.
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