Lo que hará que una fotografía tenga calidad es la justa combinación entre la experiencia o técnica del fotógrafo, lo buena que sea la óptica con la que tomemos la fotografía y la cámara (siendo esta última -creo- la parte menos importante de la ecuación). En su camino hasta el sensor, la luz tendrá que atravesar el objetivo de nuestra cámara, es por esto que es aconsejable conocer y saber aprovechar las particularidades ópticas de los objetivos y cómo actúan a distintas distancias focales.
Tradicionalmente los objetivos fotográficos eran de óptica fija, es decir, no se podía variar la distancia focal (no había zoom). Hoy en día -y aunque siguen existiendo las ópticas fijas- se han popularizado los objetivos tipo zoom que ofrecen mucha más versatilidad, ya que nos permiten variar el rango focal obteniendo unos u otros efectos dependiendo de la distancia focal con la que decidamos hacer la fotografía.
Así pues, y agrupándolos por distancia focal, las ópticas pueden ser de tres tipos:
Nikon 50mm. f 1,4 y su ángulo de visión |
Siempre se había considerado a la óptica de 50 mm. como la que presentaba un ángulo de visión mas parecido al del ojo humano, por tanto ésta es la referencia de objetivo estándar que equipan muchas cámaras.
De hecho, y en sentido amplio del término, podríamos englobar en este grupo de objetivos estándar las distancias focales comprendidas entre los 35 y los 70 mm.
Detalle de una casa en Valldemossa (Mallorca) Nikon D300s - Sigma 18-50 f 2,8 f11 - 1/40" - ISO 800 |
Nikon 24mm f 2,8 con su ángulo de vistión |
Las ópticas con rangos focales comprendidos entre los 18 y los 35 mm. ofrecen un amplio campo de visión, mucho más que las ópticas estándar, pero tienen la particularidad de que alejan la imagen y una marcada sensación de profundidad entre el primer plano y el fondo.
Otra característica de estas ópticas es que suelen deformar la imagen, sobretodo en los laterales. Por último, presentan una nitidez y una profundidad de campo excelente.
Luces y sombras en el claustro del Monasterio de Poblet (Conca de Barberà) Nikon F 80 - Cosina 19-35mm f3,5 - Película b/n Ilford HP5 Plus ISO 400 |
- TELEOBJETIVOS.
Nikon 70 -200 mm. f2,8 y sus ángulos de visión mínimo y máximo |
Un teleobjetivo, además de acercar la imagen, tiende a comprimir los planos, haciendo parecer más próximos entre sí los elementos del primer plano y el fondo. Otra característica de este tipo de objetivos es su reducida profundidad de campo, creando el interesante efecto de desenfoque selectivo o "bokeh".
Otra cosa que debemos tener en cuenta, es que los teleobjetivos zoom más económicos no mantienen la misma apertura de diafragma a lo largo de todo el rango focal, es por esto que sólo nos ofrecerán su apertura máxima cuando disparemos a la mínima distancia focal. Por ejemplo, un tele 70-300 mm. f 4,5 - 5,6 podrá abrir el diafragma a f4,5 en su posición de 70 mm, pero si lo colocamos a 300 mm sólo obtendremos una apertura máxima de f5,6.
La luna sobre Praga (Rep. Checa) Nikon D300s - Sigma 70-200 f2,8 f10 - 1/200" - ISO 250 |
Aquí la idea era captar la luna que acababa de salir sobre el cielo de Praga, pero con las ópticas estándar hubiese quedado muy pequeña. En cambio, utilizando una distancia focal de 300mm* la luna ya se empieza a ver de buen tamaño.
Por otro lado, al comprimir los planos también crea la sensación de que la luna y la torre estén mucho más juntas de lo que en realidad estaban.
A parte de estas distancias focales de los objetivos más usuales, también podemos encontrar en el mercado otros tipos de ópticas con un uso mucho más especializado, como los objetivos MACRO (que nos permiten acercarnos muchísimo al sujeto ya que están diseñados para reducir la distancia mínima de enfoque), los grandes SUPERTELES (aquellos teleobjetivos con focales superiores a 400mm., muy utilizados por fotógrafos deportivos o de vida salvaje), los muy técnicos objetivos DESCENTRABLES (permiten corregir la deformación producida en las líneas verticales u horizontales mediante un desplazamiento con respecto a su eje) o los denominados OJOS DE PEZ o angulares extremos (ópticas que presentan un ángulo de visión de 180º lo que les hace capaces de captar un plano horizontal completo pero que presentan una distorsión muy acusada).
Por mi experiencia personal, la gran mayoría de fotografías se suelen hacer con las ópticas más estándares (esto es, con el 28-80 mm, o 28-105 mm) pero no está de más disponer de un par o tres de objetivos que cubran las distancias desde 18 o 19 mm. hasta los 200 mm. Teniendo claro qué particularidades tiene cada uno y el tipo de foto que queramos hacer, podremos escoger siempre el que más nos convenga.
Últimamente se han popularizado los "todo en uno", ópticas que cubren un rango focal 18-200 mm. o parecido (27-300 mm. efectivos). No voy a negar que son versátiles y cómodos, ya que no hay que ir cargando con peso extra ni cambiando las ópticas cada vez (yo misma tuve uno de esos) pero la calidad de imagen que dan no es la que obtendríamos con buenos objetivos de rango focal más limitado, o incluso con ópticas fijas.
Mi consejo es que antes de cambiaros de cámara, mejor invertid en cristales de calidad. No tiene sentido comprar una cámara de lineal más alto si delante le seguimos poniendo una lente de plástico, en cambio un buen objetivo os puede durar toda la vida, y el esfuerzo económico que significa adquirir buenas ópticas se verá recompensado por la calidad de imagen que obtendréis con ellas, sobretodo en tomas con luces complicadas. Y si lo que queréis es una buena compacta o bridge, fijaos en qué tipo de óptica monta en lugar de si lleva más o menos "gadgets" que a buen seguro no utilizaréis tanto como el objetivo, que intervendrá en cada toma.
*- Las distancias focales del artículo están expresadas tomando como referencia las cámaras tradicionales de 35mm. o las DSLR de formato completo. Para cámaras digitales con sensores que no sean "full frame" hay que tener en cuenta el correspondiente factor de multiplicación.