"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

26 jun 2014

Fuego Mágico

Es tradición en mi tierra celebrar el solsticio de verano con una buena fogata. No está muy claro el origen de las hogueras, algunos creen que son antiguos ritos paganos, probablemente celtas, otros lo relacionan con el cristianismo y que ésta sea la noche más alejada de la Navidad. Lo que sí es cierto es que el solsticio de verano es la noche más corta del año y muchos ven en ella propiedades mágicas.

Sea como sea, el fuego es el protagonista de la noche y, como tal, seguro que querremos hacerle fotos. Y encima nos gustaría que quedasen bien... verdad? Así pues, ¿cómo fotografiar el fuego? Pues ante todo con mucho cuidado... puesto que quema! 

Hoguera de San Juan. La Morera de Montsant, 2012.
Panasonic Lumix DMC-LX3
f5 - 1/800" - ISO 800

Si, podéis reíros... pero ante todo precaución! Es una verdad como un puño que el fuego quema, pero a veces tendemos a olvidarlo, y debéis recordar siempre que los equipos fotográficos no son ignífugos. Vale pesada vale, ya lo sabemos... si claro y también sabéis que el fuego hace saltar chispas no? Sería mucha mala suerte, lo sería, pero imaginad que una de esas chispas o ascuas encendidas va a parar a vuestra lente. Como mínimo tendríais una quemadura en el cristal exterior... lo que seguramente significaría una renovación forzada de la óptica. 

Por eso y por otras cosas es muy recomendable proteger la óptica con un sencillo filtro, un UV neutro nos bastará, para que haga de escudo o "parachoques". Es mucho más barato restituir un filtro que todo un objetivo. Yo lo llevo siempre. Protege al cristal exterior de quemaduras, rayadas, polvo y suciedad. Y de nuestros dedos!!  Eso si, la calidad del filtro debería ir en consonancia con la de la óptica...mejorar no va a mejorar la imagen pero si puede empeorarla, así que sed consecuentes...

Una vez equipados, debemos tener presente que el fuego es, por sí mismo, una fuente de luz. Eso sí, como única fuente de luz es pobre y con una temperatura de color muy cálida. Suficiente para trabajar, pero si queremos sacarle todo el partido tendremos que ser cuidadosos con la medición de luz.

Leyendo el discurso a la luz de un quinqué. Noche de San Juan  en La Morera de Montsant, 2009
Panasonic Lumix DMC-LX3
f2,8 - 1/30" - ISO 800

Una imagen iluminada solamente por la luz de un fuego o una vela puede ser casi mágica. Lo va a teñir todo con sus tonos anaranjados y rojizos, pero (y a no ser que sea una hoguera muy grande) nos obligará a disparar con diafragmas abiertos, velocidades lentas y sensibilidades altas. Es lo que hay. Penumbra.

Otra cosa es centrarnos directamente en la llama, convertirla en el motivo principal de nuestras fotos. Ahí sí que tendremos más luz, por lo tanto, deberíamos poder disparar con valores más cerrados y/o rápidos. Pero claro, como todo en la vida, decidir cómo nos gusta -fotográficamente hablando- el fuego, también es cuestión de gustos. 

En este aspecto es un poco como cuando fotografiamos agua en movimiento. Una velocidad rápida congelará la imagen, las llamas en este caso se plasmarán más definidas, mientras que una larga exposición provocará que se vean más desdibujadas. Ya os lo digo, cuestión de gustos.

Un sencillo fuego en una chimenea puede convertirse en un buen motivo con una exposición más lenta.
Nikon D70 - Nikkor 18-55 f3,5-4,5
f4,2 - 1/3" - ISO 100

Pero sea la manera que sea, la clave para que el fuego nos salga bien expuesto será una correcta medición de luz. Para estos casos yo suelo utilizar la medición puntual. Mido la luz en un único punto de la imagen -normalmente la parte más brillante del fuego- y luego si es necesario voy compensando con el botón +/-, que técnicamente se llama compensador de exposición. Eso me asegura que el fuego me quedará bien expuesto.

A nivel compositivo, el fuego puede darnos mucho juego. A mí me gusta especialmente utilizarlo para "siluetear" personas u objetos, poniendo la hoguera de fondo y lo que quiero siluetear entre el fuego y yo, a contraluz. Eso sí, la luz siempre la mido en la parte más brillante del fuego y ajusto los parámetros de disparo en consecuencia. Eso da como resultado imágenes con una gran parte sub-expuesta, muy simples, pero es esa simplicidad la que las hace ser muy impactantes.

Una madre con su hija en brazos observan la hoguera de San Juan. La Morera de Montsant, 2003.
Nikon F80 - Kodak Gold 400

Si no queremos crear estas siluetas al contraluz, siempre nos queda la opción de disparar con el flash para iluminar el primer plano. Pero cuidado, demasiado flash nos "matará" la iluminación de fondo, así que si disponéis de esa opción, sincronizad el flash a la segunda cortinilla. También podéis jugar con el compensador del flash, bajándole la intensidad. (Botón +/- del flash).

Otra opción muy chula es aprovechar la llama para crear interesantes estelas de fuego en la imagen. ¿Cómo hacerlo? Pues seleccionando una velocidad de obturación lo suficientemente lenta para dar tiempo a que se cree la estela producida por una pequeña llama en movimiento. Es cuestión de ir probando hasta dar con una velocidad que nos satisfaga (también dependerá de lo rápido que se mueva la llama, claro). Por ejemplo, para fotografiar malabares con fuego, algo sobre 1/2", 1/4" o 1/8" puede servirnos. Y con el flash sincronizado a la segunda cortinilla (en mi cámara la opción concreta es "REAR"), daremos luz y congelaremos el resto de la imagen sin "matar" a la estela. Con una pizca de suerte y un poco de práctica (o mucha...) pueden salir cosas interesantes.

Malabares con fuego. Ulldemolins, agosto 2013
Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 - Flash Metz 48
f2,8 - 1/8" - ISO 200

Otro motivo muy agradecido de fotografiar (y de ver!) son los fuegos artificiales. Personalmente a mí son los únicos petardos que me gustan... y supongo que es porque puedo fotografiarlos... Para hacerlo, sí o sí vamos a necesitar un trípode -lo más estable posible-. Y si disponéis de él, un cable disparador también nos va a ayudar mucho para evitar que la imagen salga trepidada. Ah, me olvidaba... si vuestra óptica dispone de de estabilizador de imagen, siempre hay que desconectarlo cuando usemos el trípode

Debemos preparar el equipo con la antelación suficiente, y mirar de encontrar un sitio no muy cercano, para que las explosiones pirotécnicas no nos queden fuera de cuadro. El problema es que no sabemos exactamente dónde van a hacer explosión, por lo que es mejor tirar con el zoom en posición angular (al menos en las primeras fotos) y luego ir acotando.

El enfoque también es un tema crítico, puesto que no tendremos el motivo a fotografiar hasta que explote, y entonces va a durar muy poco, por lo que es recomendable enfocar previamente a un punto que consideremos cercano a las explosiones y desconectar el auto-focus de la cámara. Otra opción puede ser la de colocar el anillo de enfoque a infinito. 

Fuegos artificiales. Fiestas de San Juan en la playa de Torredembarra, 2014.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f8 - 12" - ISO 100

Para que se vea toda la estela creada por la subida de los cohetes y la explosión, yo tiro en modo "Bulb", es decir, dejando abierto el obturador y estableciendo el tiempo de exposición "a ojo". Presiono (esto es, abro) cuando sale el cohete y lo mantengo abierto hasta que ha explotado del todo. También podemos dejarlo abierto para captar dos o tres explosiones, pero cuidado, un exceso de luz nos puede sobre-exponer la parte interesante de la toma. 

En cuanto al diafragma, algo intermedio como f8 puede valernos, y a partir de ahí podemos probar con otros valores. Eso si, mantened la ISO siempre lo más baja posible, para mitigar el posible "ruido" o "grano". Si vuestra cámara tiene la función "Reducción de Ruido para largas exposiciones" es aconsejable activarla, aunque con eso la cámara tardará en procesar las imágenes el mismo tiempo que tardó en obtenerlas.

Fuegos artificiales. Fiestas de San Juan en la playa de Torredembarra, 2014.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f8 - 9" - ISO 100

Ya veis como el fuego puede ofrecernos muchos y distintos motivos para poner en práctica nuestras habilidades fotográficas. Mi consejo es que empecéis con una sencilla hoguera, tranquilamente en casa o donde podáis y que os toméis vuestro tiempo para hacer probaturas. Tirad rápido, lento, probad distintos encuadres... en definitiva, experimentad. A partir de ahí, la "curiosidad fotográfica" os impulsará a ir probando cosas nuevas y la práctica os traerá la mejora.

1 comentario:

  1. Anónimo10.8.14

    Aquests van ser els meus primers focs artificials, assaig dels que vaig fotografiar posteriorment el dia de la Independència a San Francisco. Fàcil i amb resultats espectaculars!!!!

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