"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

25 abr 2014

Viajes: Argentina (IV). El Chaltén, montañas imposibles.

Mientras sobrevolamos la Pampa a 30.000 pies, un aviso por la megafonía del avión me despierta de mi letargo. "Estimados pasajeros, rogamos que si hay algún médico a bordo, haga el favor de presentarse en la fila 11". Ostras, pues esa es mi fila! Está previsto que en poco más de una hora tomemos tierra en el aeropuerto internacional de El Calafate, y a una señora del otro lado del pasillo le ha bajado el azúcar (creo). Afortunadamente una doctora que viajaba en las filas posteriores atiende a la paciente y el caso se soluciona dándole una Coca-Cola. Por algo dicen que es la chispa de la vida!

Esta vez no ha habido retrasos y todo parece indicar que el 737 de Aerolíneas Argentinas no tendrá que realizar ninguna parada no prevista para evacuar a nadie. Bien! Vuelvo a mirar por la ventanilla. A lo lejos ya se ven los Andes y Justo antes de aterrizar, aunque demasiado lejos para mi gusto, puedo vislumbrar a los dos colosos que he venido a ver. El monte Fitz Roy y el Cerro Torre. Dos hitos del alpinismo mundial (bueno, debería decir andinismo) a los que, si el tiempo lo permite -en esta zona la meteorología es ciertamente caprichosa- presentaré mis respetos en los próximos días con sendos trekkings hacia su base. Vamos, lo que vendría a ser el senderismo de toda la vida.

Boing 737 de Aerolíneas Argentinas sobrevolando el Lago Colhue Huapi, Chubut. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f16 - 1/250" - ISO 200

Al llegar a destino, pero, me informan de que mi transfer viene con demora. He contratado un traslado desde el mismo aeropuerto hacia la localidad de El Chaltén pero según el chico del mostrador, la furgoneta se ha estropeado. Pero que no me preocupe porque otra viene de camino. Me han hablado tanto de la imprevisibilidad de la Patagonia que el contratiempo no me sorprende. ¿Pero, será hoy? le pregunto. Claro, no se apure, me contesta divertido. Al cabo de 5 horas nos hemos hecho amigos. El chaval también es un aficionado a la fotografía y, como ha visto mi cantosa mochila, acabamos echando unos cigarrillos y conversando sobre temas fotográficos. Cuando por fin aparece la furgona, me desea suerte por El Chaltén, sobretodo con la climatología. A veces pasan días sin ver las montañas...nunca se sabe.

Durante el trayecto de casi tres horas (por cierto, todo asfaltado) casi no logro ver nada. Primero porque al fin oscurece, y segundo porqué tampoco hay mucho por ver... Voy pensando en mis expectativas fotográficas para los próximos días. Me gustaría sacar buenas fotos tanto al Fitz Roy como al Cerro Torre, y también buscar un sitio desde donde llevarme a casa la cordillera a la luz del amanecer. Tres fotos en cuatro días. No debería ser tan difícil, no? 

Así pues, a la mañana siguiente y después de haber dormido sólo 5 horas -joer...que dura es la vida del fotógrafo- me levanto a las 5 y con mis bártulos y toda la ropa de abrigo de la que dispongo me doy un paseo hasta el Mirador de los Cóndores, desde donde se tiene una buena vista de las montañas. Pero no es mi día. El sol en lugar de salir, solamente se intuye, y se queda escondido detrás de una gruesa capa de nubes bajas. Habrá que volver mañana. Eso sí, veo cóndores planeando. Que magníficos animales! La cara de la recepcionista del albergue al verme entrar a las 7 de la mañana desde la calle y cargada como una mula, es de postal. Al final el día despeja, y decido acercarme hasta la Laguna Torre, una preciosa caminata de 6 horas a través de bosques de lengas por el margen norte del río Fitz Roy.

Vista del Cerro Torre desde la Laguna Torre.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f14 - 1/250" - ISO 200

Estoy recorriendo el sector norte del Parque Nacional Los Glaciares, uno de los más bonitos que he visto nunca, y me voy encontrando con otros caminantes de muchas nacionalidades. A medio camino, me detengo a reponer fuerzas y a regalarme la vista en el denominado "mirador del Torre". Al poco llegan un grupo de jubiletas que recorren el parque con uno de los guías. Este parque nacional es curioso... en el sector donde yo me encuentro (el norte) la entrada es gratuita y puedes ir por libre por la mayoría de los senderos marcados, mientras que en el sector sur (el del Perito Moreno) hay que pagar religiosamente 130 pesos cada vez que se accede al parque y no puedes hacer casi nada si no es en una actividad organizada. Aún así, en el Chaltén son muchos los grupos (sobretodo de caminantes ocasionales) que prefieren contar con un guía que les lleve por el parque, o simplemente es que ya les viene incluido en la excursión que han contratado.

Cerro Torre (3.133m), con la secundaria Torre Egger a la derecha.
P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 70-300  f4,5-5,6  DL Macro
f11 - 1/400" - ISO 200
Cuando por fin llego a la orilla de la Laguna Torre, me maravillo ante el espectáculo natural que tengo ante mis ojos. El Cerro Torre se yergue desafiante rodeado de agujas y pináculos, mientras al pie de estos cerros los glaciares van soltando seracs en el lago. 

Durante muchos años este pedazo de monte fue considerado el más difícil de escalar del mundo, y sólo con verlo entiendo el porqué... Se suba por donde se suba, verticales paredes de más de 300 metros flanquean la cumbre, recubierta siempre por una capa de nieve y hielo a la que se conoce popularmente como "el hongo". 

Aunque me muero de hambre, decido hacer primero las fotos ya que ahora el tiempo es magnífico, y aquí nunca se sabe si aguantará mucho rato. Afortunadamente la decisión es la buena. Al cabo de una hora, las nubecitas blancas que tan bien quedaban en las fotos se han multiplicado y tapan completamente la cima de la montaña. Durante dos días esconderán el Cerro Torre de la vista de todos.

Regreso al Chaltén por donde he venido, disfrutando del camino y con la convicción de que tengo tomas buenas en la tarjeta de memoria. Aunque ahora podamos visualizar las imágenes al momento en la pantalla de la cámara, nunca respiro del todo tranquila hasta que las veo en grande, en el ordenador. Es por eso que siempre vale la pena hacer algunas fotos más, por si acaso...


Al llegar al albergue, y después de regalarme una ducha que me sienta a gloria, decido explorar un poco el pueblo. Las recepcionistas del Cóndor de los Andes -así se llama el hostel donde me alojo- son muy amables y enseguida me indican las direcciones más útiles que voy a necesitar: bares donde tomar algo, restaurantes donde comer, tiendas de comestibles para avituallarme y algunos negocios de deportes de aventura, por si me apetece probar algo diferente. Realmente El Chaltén no tiene nada más. Su gran belleza está en su privilegiada situación, lejos de todo y al pie de estas increíbles montañas.

Esta localidad es el pueblo más joven del país. Se fundó en 1985 como un asentamiento permanente a causa de una disputa fronteriza con Chile. Al principio no había electricidad -de hecho aún veo (y oigo) generadores en algunos sitios-, la carretera era de ripio y sólo había un sitio para alojarse, que a la vez también hacía las funciones de restaurante, tienda de comestibles y oficina de correos. 

El Chaltén, con el macizo del Fitz Roy y el Cerro Torre, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f2,8 - 1/50" - ISO 800
Hoy en día, casi 30 años después, se ha popularizado como destino turístico para los amantes del senderismo y la montaña. No en vano recibe el sobrenombre de la capital argentina del trekking, pero todavía conserva ese aire de "última frontera". Hasta aquí llega la civilización, más allá solamente hay hielo. No sé cuanto tiempo conservará aún esta atmósfera, pero la verdad es que me encanta. Un poco como me supongo debía ser el oeste americano en la época de la colonización, o como me imagino debe ser Alaska.

El dormir poco, el madrugón y la agotadora -aunque preciosa- jornada de montaña me pasan factura, así que ceno terriblemente pronto y no son ni las diez que ya estoy en la cama. Fuera ruge el viento patagónico -uno de los pocos habitantes permanentes del lugar- y vuelvo a programar el despertador para mañana a las 5, aunque la previsión meteorológica no sea nada halagüeña. Cuando a la madrugada siguiente vuelvo a asomarme fuera veo que esta vez la han clavado. De hecho, hoy ni se ven las montañas...

Como el día está feo, gris y con un vendaval de mil demonios... opto por irme igualmente de excursión. No me he cruzado medio mundo para quedarme al lado de la chimenea... aunque sé que pensaré en ella cuando esté pasando frío por arriba. El plan de hoy es ir hasta la Hostería del Pilar (un servicio de transfer cubre esta ruta) y desde ahí ascender hacia el Glaciar Piedras Blancas para llegar al Campamento Poincenot, punto de partida para subir a la Laguna de los Tres, justo a los pies del Fitz Roy. Una japonesa de mi mismo albergue se anima a acompañarme, aunque luego descubro que la tía camina menos que un perro de porcelana, así que me toca ir delante marcando el ritmo durante todo el día.

Glaciar Piedras Blancas. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f10 - 1/500" - ISO 200
La ruta es preciosa, y lo sería más si se pudieran ver las montañas que, presumiblemente, tiene que haber detrás. El viento nos azuza durante toda la subida y al llegar a Poincenot y ver lo que me espera a partir de ahí decido que hoy no subiré hasta la Laguna de los Tres. Aunque hay gente que sí sube, yo no le veo el sentido, puesto que la niebla lo tapa todo más arriba. Entablo conversación con uno de los guías del parque y está de acuerdo conmigo. Me dice... "hace muchísimo viento y está hasta peligroso el camino hoy". ¿Y encima no podré hacer las fotos que quería? Pos pa abajo, tu. Mañana lo intentaré de nuevo.

Pasando por la Laguna Capri, donde pierdo un guante y desisto de tomar fotos a causa del terrible viento (cualquiera cambia aquí el objetivo...), voy descendiendo hasta encontrar un sitio lo suficientemente resguardado para comerme el bocadillo. Milagrosamente, también he encontrado mi guante, todo rebozado de arena. Más tarde, con el pueblo ya a la vista, haré otra parada pero esta vez para disfrutar de la vista del Valle y el Río de las Vueltas. Que lugar más increíble, pienso. Me suena que he visto este paisaje en alguna revista, ilustrando un artículo sobre la Patagonia, pero no recuerdo dónde. Hago unas fotos, pero no me gusta como quedan. Volveré al día siguiente a hacerlas de nuevo.

Valle y Río de las Vueltas. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f10 - 1/60" - ISO 100
Como hoy he regresado pronto al Chaltén, opto por ir a ver si encuentro a Pancho, el novio de una amiga que conocí en Buenos Aires, que está aquí haciendo la temporada y me dieron su teléfono por si necesitaba algo. Resulta ser un tipo la mar de simpático y matamos la tarde en una cervecería hablando de todo y de nada, del pueblo, del país y de la vida. Ya lo dicen, todos los argentinos llevan un psicólogo dentro!

Mientras ceno, otra vez a un horario muy anormal para mí, pienso en que sólo tengo una de las tres fotos que había venido a buscar. Ya sé que en la montaña el clima puede jugarte una mala pasada, pero 1 de 3 es (de momento) un resultado un poco decepcionante... Tocará intentarlo de nuevo... así que me espera otro madrugón.

Macizo del Fitz Roy y Cerro Torre al amanecer. P.N. Los Glaciares. El Chaltén, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f10 - 1/4" - ISO 100
A la mañana siguiente, si. Hoy es mi día, pienso mientras camino hacia las afueras en busca de una localización adecuada. Al final encuentro un sitio que me gusta, justo al lado del río, y como mi trípode ha demostrado que no está diseñado para aguantar el viento patagónico, opto por apoyar la cámara en una gran piedra y espero el momento mágico. Cuando por fin sale el sol, los primeros rayos acarician la cima de las montañas tiñéndolas con la calidez que buscaba. Fantástico espectáculo. Por fin!

Mientras va cambiando la luz me harto de hacer fotos, una toma tras otra, luego ya decidiré cuál me gusta más. Por no notar, no noto ni el frío. Cuando la luz ya no es tan roja, pero ya me permite tirar a pulso, meto el teleobjetivo y le hago unos primeros planos al Torre, antes de que vuelva a desaparecer envuelto en un mar de nubes. Caprichosa esta montaña...

Cerro Torre al amanecer. P.N. Los Glaciares. El Chaltén, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 70-300 f4,5-5,6 DL Macro
f6,3 - 1/4500" - ISO 400

Cuando vuelvo al albergue llevo una sonrisa de oreja a oreja. Estoy eufórica porque sé que tengo la foto que había venido a buscar. Y el día se perfila magnífico otra vez, así que desayuno copiosamente y me voy otra vez para arriba con la intención de conseguir el 3 de 3. En poco más de una hora me planto en el Mirador del Fitz Roy, un balcón natural desde donde se tiene una perspectiva magnífica de todo el macizo. Hago algunas fotos y me tomo unos minutos para contemplar el paisaje.

La visión del conjunto es, simplemente, brutal. El Fitz Roy -o Cerro Chaltén en lengua tehuelche- aparece flanqueado por las cimas secundarias de su cordón, con nombres como Saint-Exupery, Innominata, Poincenot, Val Biois, Mermoz o Guillaumet. Es raro ver el Fitz Roy sin ninguna nube, de hecho Chaltén significa "montaña humeante" y es que las nubes son tan presentes en la cima que durante muchos años se creyó que el monte Fitz Roy era un volcán.

Macizo del Fitz Roy desde el mirador.  P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
En la parte inferior derecha de la imagen se puede ver el camino que sube, casi vertical, hasta la Laguna de los Tres.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f14 - 1/125" - ISO 100

A partir de aquí el terreno llanea hasta el Campamento Poincenot, una de las zonas de acampada que hay en el parque. Una vez ahí, es cuestión de vadear el Río Blanco -no tiene ninguna dificultad- y afrontar la durísima subida hasta la Laguna de los Tres. No es que no esté acostumbrada a patear por la montaña, vivo cerca de las Montañas de Prades y el Montsant, a unas 3 horas tengo los Pirineos y me encanta escaparme por ahí cuando tengo unos días, pero lo de esta subida... es simplemente infernal. Sin duda alguna, los 3 kilómetros más duros de mi vida, por un terreno pedregoso y escalonado que no impide que sea uno de los más transitados del parque.

Después de casi 2 horas de penoso caminar, el terreno se vuelve menos empinado y afronto las últimas rampas de la subida. Por fin tengo a la vista la Laguna de los Tres, nombre dado en recuerdo del trío de escaladores franceses que completaron la primera ascensión al coloso -René Ferlet, Guido Magnone y Lionel Terray-. En cuanto recupero el aliento, saco mi cámara y tomo algunas fotos. La laguna aparece todavía congelada en su mayor parte. El lugar destila una gran belleza, sólo un poco enturbiada por la gran cantidad de gente que ronda por aquí, pero me da igual. Ellos, al igual que yo, también se han ganado el derecho a disfrutar del lugar.

El macizo del Fitz Roy visto desde la Laguna de los Tres. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f13 - 1/100" - ISO 100

Toca bajar, y no hay otra que hacerlo por donde he venido, lo que se me presume como casi tan duro como la subida -y si no, preguntadle a mis rodillas y cuádriceps- pero durante el descenso tengo ante mí otra vista espectacular del parque. El día claro me permite ver, abajo en primer plano, las Lagunas Madre e Hija, un poquito más lejos la Laguna Capri y mucho más distante en la lejanía, el azul lechoso característico del enorme Lago Viedma.

Panorámica de algunas de las Lagunas del P.N. Los Glaciares, Santa Cruz (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f11 - 1/50" - ISO 100

Agotada, pero increíblemente feliz, llego al albergue a media tarde. Gracias a la perseverancia y -también hay que decirlo- a tener un poco de suerte con la meteorología, he conseguido todas las fotos que quería hacer, y algunas más con las que no contaba. Y lo que es mejor... mañana no hará falta levantarme a las cinco, y podré tomarme mi último día en El Chaltén con un poco más de calma.

Así pues, dedico mi última mañana a visitar El Chorrillo del Salto, una bonita cascada situada a escasos 4 km del pueblo. Un paseo, si tenemos en cuenta las pateadas que me he pegado estos últimos tres días. El salto se encuentra encajonado en un pequeño cañón y el agua proviene de los glaciares que he estado viendo estos días.

El Chorrillo del Salto. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f8 - 1/30" - ISO 100

Antes de marcharme para El Calafate -el transfer me pasa a recoger a las 3- aprovecho para comer algo en "La Senyera", un bar donde he ido cada día a tomar algo. Cuando llegué al pueblo me sorprendió ver una bandera catalana (la Senyera, de ahí el nombre) ondeando al son del terrible viento patagónico (creo que lo que me sorprendió más es que aún estuviera entera!) pero todo tiene su explicación, y es que tanto el bar como la enorme tienda de recuerdos de al lado pertenecen a unos catalanes que se establecieron aquí ya hace años.

Como es normal, el local actúa como punto de reunión improvisado de los viajeros catalanes que rondan por aquí, así pues siempre puedo encontrarme con alguien de mi tierra... y es que la tierra tira, tu. Mientras me como mi enorme hamburguesa (volví a olvidar lo grandes que son las raciones argentinas) converso con una pareja que acaba de llegar del Calafate. Me cuentan que aunque les ha gustado, eso es para "el turismo de autobús" y estaban un poco decepcionados porque había que pagar por todo... Curiosamente, la chica vive en mi misma ciudad, y meses más tarde me la volveré a encontrar en una tienda de Reus. Y es que, que pequeño es el mundo!

Bar La Senyera. El Chaltén, Santa Cruz. (Argentina)
Iphone 4
El viaje casi toca a su fin. No os perdáis la próxima (y última) entrega donde os cuento cómo me fue por El Calafate, viendo, tocando y fotografiando glaciares.


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Argentina (I). Buenos Aires y el Tigre
Argentina (II). Iguazú. Donde el Agua es Grande.
Argentina (III). Salta y Jujuy. Los Colores del Noroeste.
Argentina (V). El Calafate. Glaciares increíbles.

4 comentarios:

  1. Amiga! Que buen relato... es que esa zona... puf... es tan impresionante, verdad? Tuviste suerte con el clima, yo me la pasé 4 días nublados que no se veía nada! Y si... yo me alojé en ese lugar que mencionas, allá hace 20 años, donde lo único que había era ese hotel-bar-restaurant-centro de informaciones-teléfono! Y que fotoooooos! Bravo! Me da tanto gusto leer tus relatos!! Abrazos porteños.

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  2. La verdad es que yo también disfruto recordando las experiencias que viví en tu maravilloso país! Ya sabes que me quedaron unas ganas ENORMES de ver más cosas, así que tocará volver. ¿Cuándo? Sólo el tiempo lo dirá...
    De momento, pensando en nuevos proyectos.
    Un abrazo y gracias por comentar!

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  3. Maria Fernanda .13.3.16

    Hola Hermosas fotos! Como pusiste el balance de blanco? Y que medición es conveniente: puntual matricial o ponderada al centro? Soy nueva y estoy próxima a viajar.
    Gracias! Un placer ver tus fotos!

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    1. Gracias por tu comentario y celebro que te hayan gustado las fotos. La zona es muy hermosa y si te gusta caminar y hacer fotos puede dar mucho de sí.
      La verdad es que el balance de blancos y la medición de la luz son cosas que las decido sobre cada foto. En general, el balance de blancos en automático suele dar buenos resultados, aún así, si quieres un poco más de calidez puedes probar con "nublado" o "sombra". Mi consejo es que hagas la misma foto cambiando este parámetro y juzgues tu misma cuál te gusta más, o cuál se asemeja más al tono de luz que había en ese momento. Si disparas en RAW, estos los ajustes los podrás hacer a posteriori, en la edición en el ordenador sin pérdida de calidad en la imagen.
      En cuanto a la medición de luz, eso sí que depende muchísimo del motivo a fotografiar y de qué parte de la foto quieras obtener una correcta medición (sobretodo en imágenes con mucho contraste entre zonas claras y oscuras).
      Tengo unos posts por ahí donde explico con detalle estas cosas, te adjunto los links por si tienes interés en mirártelo.
      Balance de blancos: http://travelandoutdoorphotography.blogspot.com.es/2014/10/fotografia-facil-temperatura-de-color-y.html
      Tipos de luz y sus cualidades: http://travelandoutdoorphotography.blogspot.com.es/2014/06/fotografia-facil-la-luz-i-tipos-y.html
      Tipos de medición de luz: http://travelandoutdoorphotography.blogspot.com.es/2014/07/fotografia-facil-la-luz-ii-tipos-de.html
      Y aquí uno donde explico con detalle cómo hice la foto de la cordillera al amanecer, http://travelandoutdoorphotography.blogspot.com.es/2014/03/asi-la-hice-montanas-rojas.html

      Nada, espero que te sirva todo este material y que tengas suerte con la climatología y disfrutes enormemente del viaje! Y si tienes más dudas, no dudes en contactar conmigo.

      Salud y fotos,

      Tali Castro

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