De la lectura de anteriores posts quizás os habéis formado la opinión de que soy una defensora de las cámaras compactas. De hecho, muchas de las fotos que cuelgo por aquí están echas con una pequeña Panasonic Lumix DMC-LX3 y no sólo eso... si incluso hago fotos con el Iphone! Sacrilegio!!
Nada más lejos de la realidad. Lo que soy, es una defensora de la fotografía. En especial, de lo que pasa delante y detrás de la cámara. Lo que pasa en la cámara, en el fondo, es lo menos importante. ¿O no? Mucho predicar y luego me veis cargada con mi pesada Nikon DLSR y un buen puñado de ópticas. Entonces, ¿miento más que hablo, o es que simplemente soy contradictoria? En definitiva... ¿Por qué carajo llevo una réflex?
La primera respuesta, es obvia, al menos para mí. Tengo las manos grandes. Aunque soy perfectamente consciente de las ventajas de una cámara pequeña (menor peso, comodidad, discreción...) mis manos agradecen poder agarrar una empuñadura en condiciones y tener entre ellas una cámara robusta y estable.
Aquí también incluyo la distribución de botones y diales. Me es mucho más fácil cambiar los parámetros de disparo por los diales, sin ni siquiera apartar el ojo del visor, que tener que ir al menú y luego cambiar de valores a través de un único botón.
Luego está la versatilidad que permite el cambio de objetivos. Gran angular, teleobjetivo, un 50mm, un macro... sólo hay que cambiarlo y listo, nuevas oportunidades fotográficas! Pero bueno, hoy en día existen modelos superzoom con un rango focal equivalente desde 24 a 1200 mm.!! Y no hace falta cambiarlos, ni cargarlos en la espalda. Ah, y la calidad es buena. E incluso son más baratas que una réflex. Touché. Ahí sí le habéis dado, pero esto no siempre ha sido así y algunas de mis ópticas las tengo de cuando la era del carrete... y puedo seguir usándolas con la D800...
También aprecio de mi réflex el poco retardo en el disparador, es decir, lo que tarda desde que apretamos el botón hasta que la máquina hace la foto. Aunque este aspecto haya mejorado mucho en los últimos tiempos, todavía no hay compacta que se pueda comparar en eso a las réflex. Y haciendo fotografía deportiva, eso es un gran qué.
Pero sin duda, mis dos grandes argumentos para llevar por el mundo una pesada réflex con todo su harén de ópticas son dos. El visor y el sensor. El visor óptico es, simplemente maravilloso. Mirando a través de él, además de propiciar una correcta posición y mejor estabilidad para disparar (tenemos la cámara pegada a nuestra cara, por lo tanto hay menos balanceo) podemos componer una imagen mucho mejor que a través de una pantalla LCD. Al menos a mí me resulta más fácil encuadrar a través del visor, será la costumbre. Y no me digáis que también hay compactas y bridge con visor electrónico... sinceramente son una porquería al lado de uno de verdad.
Y por último, lo mejor: El sensor. Aquí el tamaño si importa. Un sensor grande quiere decir más calidad de imagen, más rango dinámico y menos ruido. Mejor un "full frame" que un APS-C. Y mejor éste que un 2/3". Cuanto más grande, mejor.
Quizá esto no lo notemos mirando las fotos en la pantalla del ordenador, pero intentad ampliar una imagen en papel a grandes dimensiones, y notaréis la diferencia. Lo malo es que es imposible meter un sensor grande en una cámara pequeña. Física pura. Simplemente, no cabe.
Es por todo esto que llevo una réflex. Aún así, puede que me veáis alguna vez fotografiando con mi compacta. Claro, faltaría más! Ya he dicho que no soy inmune a las ventajas de las pequeñas cámaras bolsilleras... además, no deja de ser una cámara. Y con ella también se pueden hacer fotos, eh? La moraleja del post (si es que hay alguna) es que a mí, por mi formación, costumbre, tipo de fotografía y uso que le voy a dar, me va mejor una réflex que cualquier otro tipo de cámara, pero no para todos tiene que ser así.
¿Y vosotros? ¿Tenéis la misma escala de valores fotográfica que yo, o por el contrario preferís la sencillez y comodidad de una pequeña compacta? Pues entonces ni lo dudéis, escoged la que os vaya mejor, conoced lo que puede (y lo que no puede hacer) y sobre todo, disfrutad fotografiando. Y no dejéis que os digan que sois peores tan sólo porqué llevéis una cámara más pequeña. Henry Cartier-Bresson decía que fotografiar era poner el ojo, la cabeza y el corazón en un mismo eje. Y no hablaba para nada de cámara. Pues eso.
Iniciándome en la fotografía
ResponderEliminarAhora si! Me estoy iniciando en el mundo de la fotografía. Como muchos, tengo una reflex que aún no sé utilizar, pero bueno, en ello estamos! Espero poder sacarle todo el jugo. Lo que sí tengo claro es que el ojo del fotógrafo es importantísimo, cosa que confirma lo que dices: a veces no es tan importante la camara que uno utilice.
ResponderEliminarGracias por tus consejos!
Si, lo más importante es la visión personal. Una foto se hace en nuestra mente. Luego si tenemos el suficiente criterio y conocimientos técnicos para configurar la cámara de manera que pueda captar la imagen tal como la hemos visto, tendremos la foto. Por eso es tan importante conocer la propia cámara, sea la que sea.
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