Para mí la única manera lícita de disparar a los animales es hacerlo armados con una cámara de fotos. La fotografía de fauna es una disciplina que requiere de muuuchísima paciencia, conocer los hábitos de los animales y un buen camuflaje o "hide" (escondrijo). Y no nos engañemos... para la mayoría de los mortales, fotografiar fauna salvaje es harto decepcionante ya que muy pocas veces obtenemos imágenes realmente buenas.
Otra opción es visitar un zoológico, donde ver y fotografiar animales nos será mucho más fácil. Por regla general no me gustan mucho los zoológicos (la última vez que visité el de Barcelona salí casi llorando por el poco espacio del que disponen sus "huéspedes") pero últimamente se están generalizando los llamados "parques animales" o "parques de fauna", donde los animales viven en lo que llaman "semilibertad", en unos recintos mucho mayores que en un zoo y normalmente muy parecidos a su hábitat natural.
Esta semana, aprovechando que pasé unos cuantos días en el (siempre magnífico) Valle de Arán, tuve ocasión de visitar un parque animal de reciente creación, Aran Park. Está situado en pleno puerto del Portillón a pocos minutos en coche del pueblo de Bossòst. El acceso es fácil y el recorrido por el bosque, aunque se hace a pie, está adaptado para personas con discapacidad (eso sí, tener en cuenta que hay alguna rampa considerable).
En un sitio como este sí que nos será mucho más fácil obtener buenas imágenes de los animales que en él habitan. Aún así, no está de más que tengamos en cuenta una serie de cosas.
1- Para empezar (y esto no debería hacer falta decirlo...) no debemos salirnos del itinerario marcado, ni mucho menos intentar entrar en los recintos de osos, lobos o linces. Los animales, aunque se trate de inofensivos herbívoros como ciervos, corzos o gamos tienden a ser territoriales. Su instinto natural les hace huir de los humanos pero cuando tienen crías puede que quieran defenderlas. Obviamente tampoco hay que darles de comer ni mucho menos intentar tocarles. Aunque estén criados en cautividad, no dejan de ser animales salvajes. Por último hay que seguir siempre las indicaciones del personal. Ah, y si hacemos el recorrido en silencio y sin movimientos bruscos, evitaremos asustar a los animales, con lo cual puede que estén más cerca.
2- Luego, tener en cuenta que un recinto grande significa que los animales van a estar mejor, casi en su hábitat natural, pero esto puede hacer que los veamos de lejos o que incluso no los veamos si se esconden entre la vegetación. Pues "ajo y agua". El bienestar de los animales tiene que ser lo primero, y en eso no hay discusión.
3- Equipo. Sabiendo esto, y para conseguir alguna instantánea decente, lo suyo es que montemos en nuestra cámara una óptica de focal larga. Yo fui toda la mañana con mi nuevo 70-200mm (de hecho, aproveché para probarlo a conciencia). Con esto, y el sensor completo de mi D800 (que permite luego recortar la imagen quedando aún bastante calidad) quedé bastante satisfecha de los resultados, aunque en algún momento llegué a lamentar haber dejado en casa mi bridge con superzoom. Un 1200mm me hubiera ido de perlas, por ejemplo, en el recinto de los lobos.
4- Parámetros de disparo. Ufff... aquí cada uno que tire como esté acostumbrado. Yo lo hice en RAW, con el balance de blancos en "nublado" y con el modo prioridad a la velocidad (S o Tv). Alterné la medición de luz entre ponderada al centro y puntual (según los casos) y el enfoque lo tenía en autofocus de un solo punto para poder enfocar a los ojos del animal. Sólo en un caso desconecté el AF y cambié a enfoque manual. Es el punto siguiente.
5- Jaulas. Aunque la mayoría de los animales están en amplios recintos vallados, el parque cuenta con varias especies de aves, entre ellos el urogallo o los búhos reales, que por sus características deben estar enjaulados. Para que el autofocus no me enfocara las rejas de las jaulas lo desconecté, me acerqué tanto como pude a la jaula y enfoqué manualmente a las aves. Así evitamos (o al menos mitigamos) que salgan las rejas nítidas y el sujeto desenfocado.
6- Luces y sombras. Al estar en un bosque, el contraste entre las sombras y las entradas de luz fuerte que produce el follaje de los árboles puede darnos problemas para calcular una buena exposición. En este caso, tener un poco de paciencia (esperar a que el animal acabe moviéndose) o una exposición media (ni para la luz ni para la sombra) nos puede funcionar. Y si no, siempre queda la opción de revisar la imagen en la pantalla y sobre o sub-exponer la toma.
7- Disponer de suficiente espacio o llevar tarjetas de memoria adicionales es siempre una buena idea. A lo mejor hacemos muchas tomas, con sutiles diferencias o captando expresiones o movimientos de los animales. Luego en casa, tranquilamente, ya escogeremos las que nos gusten más.
Y poco más... Disfrutar recorriendo éste u otro parque de similares características combinando los animales y la fotografía. Además es una buena opción de pasar una mañana distinta si se va con niños. Ah, y por lo que vi, el personal es muy amable y está siempre dispuesto a explicar cosas interesantes sobre la fauna del parque.
Por último, os dejo una selección de las fotos que hice. Espero que os gusten.
Aran Park
Route du Col du Portilhon
25550 Bossòst (Val d'Aran)
Tel: 973 929 006
Me ha encantado las fotografías de los búhos porque además tienen los ojos cerrados y la hace mucho más adorable, preciosaa!!
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