"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

21 oct 2014

Otoño en la Val d'Aran

El pasado fin de semana, con algunos de mis alumnos (a estas alturas ya amigos) del curso de fotografía que dí durante Mayo y Junio en Torredembarra, nos fuimos a la Val d'Aran para disfrutar de sus maravillosos bosques, saltos de agua, gentes y paisajes. Aunque cualquier estación es buena para fotografiar estos parajes, el otoño es la excusa perfecta para pasarnos el día en la montaña haciendo lo que más nos gusta.

En esta época, los caminos y senderos son un tapiz de hojas con diferentes tonalidades y colores.
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f16 - 6" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

Este año nos hemos encontrado con unas temperaturas anormalmente altas para la estación en que estamos y quizá por eso la "otoñada" no ha llegado con todo su esplendor. Aún así, nos lo pasamos en grande durante los dos días de taller y pudimos practicar velocidades, aperturas de diafragma, modos de medición de luz, temperaturas de color etc, en un marco fabuloso y en buena compañía.

Detalle dels Uelhs deth Joeu.
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f10 - 6" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

Empezamos el sábado por la mañana remontando el valle que forma el río Joeu hasta llegar al archiconocido pero maravilloso circo glaciar de Artiga de Lin.

Las primeras paradas nos sirvieron para experimentar con las distintas velocidades de obturación en la Hònt deth Gresilhon y en la más complicada (fotográficamente hablando) cascada dels Uelhs deth Joeu. Mediante este parámetro, decidimos cómo plasmar el agua en movimiento y, la verdad, hubo gustos para todo. Algunos optaron por el efecto del agua "sedosa" mientras que otros prefieron plasmarla con más naturalidad.

Al lado de la enorme y ruidosa cascada nos encontramos con otro grupo de aficionados a la fotografía que también estaban de taller, y es que este sitio es perfecto tanto por belleza como por facilidad de acceso para venir a practicar.

En lugar de subir en coche hasta arriba, optamos por remontar la cascada por su margen izquierdo y llegar a los prados de Artiga de Lin a pie por su lado noroeste.


Refugio de Artiga de Lin y Pish de Pomèro
Nikon D800 - Sigma 70-200 f2,8 APO EX DG OS
f20 - 1/15" - ISO 100
Trípode y cable disparador.





Y es que me encanta llegar caminando hasta aquí, acceder a los prados por el portal de piedra, detenerme ahí un rato y deleitarme con la vista de los prados, el ganado pastando y subir la vista y ver la Forcanada, el Malh dera Artiga, el Coth deth Hòro o la Pena Nera cerrando el valle.

Bajando por el camino que cruza el lugar llega un punto que el Pish de Pomèro i el refugio de montaña de la Artiga se alinean y permite tomar esta fotografía. En otoño la ladera se convierte, según palabras de mi amiga Carme (una aranesa de toda la vida) en una paleta de pintor.

Desde que subí por primera vez a este lugar, creo recordar que fue en Septiembre de 2007, nunca he venido al valle sin visitarlo. Lo sé, es muy conocido, y por eso mismo hay días en verano que parece Disneylandia de la gente que hay... pero sin duda es uno de los sitios que me dan más paz. Y en otoño, es simplemente espectacular.



En los prados de Artiga de Lin acabamos de pasar la mañana practicando los efectos que producen las diferentes aperturas de diafragma sobre la imagen final. No me cansaré de recordarlo, si queréis mucha profundidad de campo debéis usar una apertura pequeña (mayor núm f) mientras que si lo que deseáis es obtener un desenfoque selectivo con un fondo borroso, debéis optar por unas aperturas grandes (menor núm. f). El uso de según que óptica también ayuda a conseguir estos efectos.

Foto de grupo, cerca del refugio de Artiga de Lin.
Nikon D800 - Sigma 70-200 f2,8 APO EX DG OS
f18 - 1/25" - ISO 100
Trípode y temporizador.

La mañana transcurrió muy rápido y cuando volvimos a Les para comer teníamos una espinita clavada... aunque el día estaba siendo magnífico para la gran mayoría de los mortales, las luces excesivamente duras no nos habían dejado explotar el potencial de los interiores de bosque, así que por la tarde optamos por trasladarnos al vecino  Valle de Toran en busca de localizaciones más umbrías.

Pequeña cascada en el Valle de Toran.
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f16 - 5" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

Este valle tributario del Garona queda en el extremo norte de la comarca y quizá por eso, porque está más alejado, es uno de los más desconocidos de la Val d'Aran.

Encaramados a las laderas de este valle nos encontramos pueblecitos de postal, que aún conservan la autenticidad de antaño, como Canejan, Porcingles o Sant Joan de Toran.

Seguimos el curso del Arriu de Toran hasta que nos encontramos con esta pequeña cascada al lado mismo de la pista. Al llevar menos agua y bajar con menos fuerza que la enorme Uelhs deth Joeu, siempre es más fácil de controlar la exposición, así que paramos y pasamos un buen rato practicando ahí y en el vecino Arriu de Toran.

Al estar completamente en la sombra, también fue un buen momento para probar diferentes configuraciones de balance de blancos, y ver cómo la imagen iba cambiando en calidez.










Al final llegamos al refugio dera Honeria y nos dimos una vuelta por los bosques que lo rodean. Allí sí, con una iluminación más homogénea y sin la molesta presencia de luces duras pudimos fotografiar a placer interiores de bosque. Las hojas caídas y el verde de los helechos y musgos confieren a estas imágenes un bonito contraste de colores complementarios.

Bosque otoñal. Valle de Toran
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f16 - 5" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

Cuando nos cansamos de hacer fotos, y antes de regresar a nuestro cuartel general, el acogedor Hostal Talabart de Les, nos tomamos un café con leche en el refugio dera Honeria, disfrutando de la belleza y tranquilidad del lugar, y repasando las anécdotas y pormenores de la jornada.

La mañana del domingo hice madrugar a mis chicos. Las primeras luces del día suelen ser las mejores para fotografiar paisajes y nos fuimos al Valle de Varradós, desde donde pudimos observar (y fotografiar) a placer el amanecer sobre el macizo de la Maladeta, en el vecino Valle de Benasque.

Amanecer sobre el macizo de la Maladeta.
Nikon D800 - Sigma 70-200 f2,8 APO EX DG OS
f16 - 1" - ISO 100
Trípode y cable disparador.
Fue curioso... justo cuando llegamos las luces del alba teñían el cielo con tonos rosados, pero unos minutos después, cuando los primeros rayos del sol acariciaron las cimas del Aneto, la Maladeta y los demás tresmiles del macizo, el cielo ya había cambiado y el color estaba en la roca.

Primeras luces de la mañana sobre el macizo de la Maladeta.
Nikon D800 - Sigma 70-200 f2,8 APO EX DG OS
f18 - 1/4" - ISO 100
Trípode y cable disparador.

Con la luz cambiante de primera hora, fue el momento de probar con diferentes tipos de medición de luz (matricial, central y puntual) para ver como éstas influían en la exposición de cada toma. Hay que decir que el sol "jugó un poco al escondite" con nosotros, pero aún así pudimos tomar imágenes interesantes.

Mirad que aplicados tenía a mis chicos fotografiando el macizo de la Maladeta.
Nikon D800 - Sigma 70-200 f2,8 APO EX DG OS
f18 - 1/6" - ISO 100
Trípode y cable disparador.

Al cabo de un rato decidimos cambiar de localización y nos llegamos hasta el Plan des Artiguetes, a fotografiar la cascada del Salt deth Pish y vagar un poco por los aledaños en busca de más motivos otoñales. Este sitio también es un punto de visita obligada en la Val d'Aran, pero como todavía era muy pronto tuvimos la suerte de tener el lugar para nosotros solos.

Camino hacia el mirador superior del Salt deth Pish.
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f11 - 1/5" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

Muy cerca del Salt deth Pish hay un pequeño laguito (más que un lago es un remanso del río) donde se pueden obtener tomas interesantes jugando con los reflejos del agua. Ya había estado aquí otras veces, pero siempre había hecho la foto desde el otro lado. Esta vez, y casi por casualidad, me decidí a cambiar el punto de vista pero el resultado sigue siendo igual de espectacular.

Reflejo en el Arriu de Varradòs.
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f14 - 1/15" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

Se puede ser más feliz? Un lugar increíble para nosotros solos, la luz baja y buena temperatura...  Sin duda era el momento para experimentar con el "filtro mágico"... el polarizador, que potencia o atenúa reflejos, satura los colores y elimina brillos. Fue divertido, nos hicimos de modelos mutuamente para añadir algo de interés humano a las tomas. Los resultados, no dejan de fascinarme.

Anna y Jordi, con sus respectivos reflejos en el Arriu de Varradós.
Nikon D800 - Sigma 70-200 f2,8 APO EX DG OS
f11 - 1/60" - ISO 200
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

No me cansaría nunca de jugar con los reflejos del agua... me encantan las tomas en que el motivo aparece desdibujado por las pequeñas ondas, aunque se reconozca perfectamente lo que es. Nos pasamos un buen rato llenando nuestras tarjetas de memoria en este remanso.

Reflejo de abedul en el Arriu de Varradòs.
Nikon D800 - Sigma 70-200 f2,8 APO EX DG OS
f11 - 1/30" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

En todo esto, la mañana iba avanzando y el lugar se iba llenando de gente. Ya he dicho que es uno de los lugares más típicos de visitar en la Val d'Aran, por lo que decidimos cruzar el cauce del riachuelo por unas resbaladizas piedras y volver al coche atravesando un bonito bosque que aún tenía que depararnos algunas tomas más.

Grupo de abedules. Interior de bosque.
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f6,3 - 1/3" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

En definitiva, creo que fue un fin de semana completo, visitando lugares maravillosos donde afianzar y poner en práctica los conceptos aprendidos durante el curso teórico. Pero el otoño sigue, y aunque las temperaturas no estén de acuerdo con la estación, los bosques de nuestro país se están llenando de colores fascinantes para el fotógrafo. Hay que salir a por ellos.

Camino entre el bosque. Vall de Varradòs.
Nikon D800 - Sigma 28-70 f2,8 IF EX DG
f11- 1" - ISO 100
Trípode, filtro polarizador y cable disparador.

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