Sin ser necesariamente un error, muchas veces este tipo de fotografías resultan demasiado obvias, aburridas, estáticas...en una palabra: sosas. Otras veces un encuadre tan poco trabajado sí resulta un auténtico desastre. Es por esto que en muchas ocasiones conviene colocar el punto de interés fuera del centro de la foto, desplazándolo hacia uno de los lados. De esta manera es posible que consigamos imágenes con más interés, más dinámicas y con un encuadre mejor estructurado, lo que hará que resulten más agradables a la vista.
Pero, si lo hacemos, ¿dónde lo colocamos? ¿A qué lado de la imagen? ¿A qué distancia?... en definitiva... ¿hay alguna guía que nos sirva para distribuir los objetos dentro del encuadre?
La Proporción Áurea
NOTA: Me gustaría aclarar que voy a explicar esto de manera muy esquemática para que resulte fácil de entender (a mi, la primera). Mi intención es, simplemente, mostraros cómo el tema de mantener unas proporciones armónicas en el arte ya viene de lejos, y porqué se viene haciendo de esta manera desde hace siglos, incluso mucho antes que se inventara la fotografía. No quiero, ni puedo, hacer un tratado sobre el número áureo, simplemente mi intención es compartir unas pinceladas de este tema para qué sepáis cómo hemos llegado a estas conclusiones.
También llamada "La Divina Proporción" se trata de una relación o proporción entre los segmentos de una recta. En teoría es simple... tenemos una recta (A) y queremos dividirla en dos segmentos desiguales pero que muestren una proporción armónica (B y C). Aplicando la Proporción Áurea, obtendremos dos segmentos desiguales en los cuales la proporción entre el total de la recta (A) y el segmento más grande (B) será igual a la proporción entre el segmento grande (B) y el pequeño (C).
Es decir, la proporción que hay entre A y B es la misma que entre B y C. La proporción entre ellas, no la medida!
Esta proporción, está basada en un número irracional (es decir, un decimal infinito y no periódico) y que es conocido desde la antiguedad como Phi (que no Pi!!), en honor al escultor griego Fídias.
Esta proporción, nos ayudará a distribuir los elementos de una escena de manera armónica.
El símbolo Phi y el Número Áureo, una ayuda para componer y más presente en nuestras vidas de lo que os podáis imaginar. |
Vale, lo sé... hasta ahora todo esto nos está sonando a chino (o quizá mejor dicho, a griego clásico) y nos cuesta ver la relación entre todo este galimatías y la composición fotográfica.
Lo cierto es que el Número Áureo, o la Proporción Áurea, está presente en incontables obras de arte, construcciones, composiciones musicales y otras estructuras desde la antigüedad hasta nuestros días. Algunos ejemplos son la Gran Pirámide de Gizeh, el Partenón, algunas esculturas de Miguel Ángel o pinturas de Leonardo da Vinci, la Torre Eiffel y hasta las sonatas de Mozart o la 5ª Sinfonía de Beethoven... y qué queréis que os diga... éstos si que sabían algo de composición!
Y no hace falta ir tan lejos... en la misma naturaleza encontramos un montón de ejemplos de organismos que siguen la Divina Proporción: la disposición de los pétalos de una flor, la relación en espiral del caparazón de un caracol, la proporción entre el grosor de las ramas principales y el tronco de un árbol, incluso en el cuerpo humano encontramos mil y un ejemplos de esta proporción áurea (distancia entre ombligo y plantas de los pies respecto a la altura total, falanges de las manos...) ¿hace falta que siga?
Es indudable que la Proporción Áurea está presente en todas partes, así que también puede ser una buena guía para estructurar y componer, pero... ¿cómo aplicamos esta Divina Proporción a la fotografía? Bueno...la verdad es que tampoco hace falta comernos mucho la cabeza...
Aplicando el Número Áureo a nuestro rectángulo fotográfico (si, si, el 24x36 de toda la vida) nos da como resultado unas proporciones. Ahora sí, ya tenemos una primera idea de dónde situar el centro de interés de una imagen cuando no queramos una composición simétrica. A partir de aquí, sólo nuestra creatividad será el límite!
Rosa Amarilla Panasonic Lumix DMC-LX3 f4 - 1/160" - ISO 80 |
Aplicación de la Proporción Áurea para encuadrar de manera estética.
El centro de atención es el ojo de la rosa, y el punto de la fotografía donde está situado no fue escogido al azar, sino aplicando y volviendo a aplicar las proporciones marcadas por el Número Áureo.
La Regla de los Tercios
Vale... supongamos que aceptamos barco como animal acuático... ¿esto quiere decir que cada vez que queramos tomar una imagen descentrada (no simétrica) tendremos que aplicar a rajatabla estas proporciones? Los que, como yo, somos más de letras que de números... ¿tendremos que incluir una calculadora en nuestro equipo? Ay Dios...ya me veo repasando álgebra y geometría...y a mi edad...!
Tranquilos, nada de eso va a ser necesario. Estoy de acuerdo en que los fotógrafos somos un poco raritos... pero esto ya sería pasarse! Para poder aplicar sencillamente la Proporción Áurea y poder componer de manera rápida nuestras imágenes, tenemos una adaptación muy simple de toda esta teoría en la llamada Regla de los Tercios.
Sólo hace falta que dividamos la escena (nuestro recuadro fotográfico) en tres partes, tanto horizontal como verticalmente, y que nos valgamos de esta sencilla guía para situar el centro de interés de la imagen en alguna de estas líneas. Vaaaale... quizá las líneas de la Regla de los Tercios no se correspondan exactamente con las de la Proporción Áurea, pero se aproximan bastante y con eso ya nos vale. Es lo que tiene simplificar.
Aplicación sencilla de la Proporción Áurea en fotografía y composición: La Regla de los Tercios |
¿Os suenan estas líneas? Pues a partir de ahora se convertirán en vuestras mejores amigas para componer de manera estética y estructurar armónicamente una imagen. De hecho, muchas de las actuales cámaras fotográficas tienen una opción que permite situar esta retícula de la Regla de los Tercios en el mismo visor o en la pantalla, para ayudarnos con la composición. Así de fácil. La verdad... cada vez que los pienso, creo que Fídias fliparia. En colores.
Amanecer en Stovepipe Wells. PN Death Valley, California (USA)
Nikon D300s - Sigma 18-55 f2,8 EX DC Macro
f13 - 1/60" - ISO 100
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Este fue el caso de la foto que utilizo como ejemplo. Ese día había un cielo azul pálido y aburrido, que no aportaba nada de interés a la toma, por eso decidí situar el horizonte (en este caso la línea más o menos visible que separa desierto y montañas) en el tercio superior de la imagen.
Si hubiera habido un cielo lleno de nubecitas blancas (si, el sueño de todo fotógrafo) seguramente le hubiera dado más protagonismo, encuadrando el horizonte el el tercio inferior.
Aquí podemos ver otro ejemplo, en este caso aplicando la regla de los tercios verticalmente a la composición.
Camino de Santiago, tramo San Juan de Ortega - Agés (Burgos)
Panasonic LUMIX DMC-LX3
f5 - 1/1000" - ISO 80
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Pero a su vez, también hay otro punto de interés en la toma, y ése es el árbol que aparece en primer plano, con lo cual tomé la decisión de componer la imagen en base a estos dos elementos, buscando rápidamente un punto de vista que me permitiera situarlos cada uno en un tercio de la imagen.
Os sorprenderá la rapidez en encuadrar por tercios en cuanto tengamos un poco de práctica y el ojo bien entrenado. Quizá al principio cueste, pero una vez habituados, la composición se formará sola ante nuestros ojos.
Golden Gate, San Francisco (USA) Nikon D300s - Sigma 18-50 f2,8 EX DC f8 - 1/125" - ISO 200 |
En este caso, también estructuré la imagen en base a la Regla de los Tercios. Aproximadamente en el tercio inferior situé la pasarela del puente mientras que la primera torre del famoso Golden Gate está en línea con el tercio derecho.
Para conseguir esta composición, tuve que moverme un poco y jugar con las focales, hasta lograr dar con el encuadre que me gustó.
Y es que, es bien cierta esa frase que dice que "La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. No es la mirada misma".
Antes de dar por terminado el post de hoy, quisiera hacer una última consideración. Tanto con esta Regla de los Tercios como con las otras técnicas de composición, es bueno saber que no basta con aplicarlas al pie de la letra para que todas nuestras fotos sean perfectas y excepcionales. Si acaso, serán imágenes mejor estructuradas, más estéticas y dinámicas.
Y como todo en la fotografía, debemos tener suficiente criterio para decidir cuando aplicamos las reglas y cuando las rompemos. Afortunadamente, en este arte no siempre uno tiene que seguir las reglas.
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